viernes, 12 de junio de 2009

Ahora un poco de Justicia...

Debo creer en la Justicia y por eso acepto el fallo contra Grassi en esta instancia y aceptaré los de las próximas. No obstante preferiría decir que creo y no que debo creer en la Justicia. ¿Por qué?
Porque me inquieta la interrelación entre Medios, Opinión Pública y Justicia cuando se trata de casos judiciales a los que se adjudican espacios preferenciales. Los llamados mediáticos.
Los medios condicionan la formación de la opinión pública en casi todos los temas, ofreciendo información y opiniones filtradas por un cristal del color conveniente a fines que no siempre son evidentes. No está bien, pero bueno, confiemos en que la variedad de medios –al menos para los que pueden tener acceso a más de uno- ayuden a acceder a alguna pluralidad de opiniones y que las noticias sean información objetiva.
¿Pero no adquiere otra gravedad cuando la influencia de los medios incide sobre la Justicia por sí mismos y a través de la presión que genera desde la opinión pública?
¿No están los medios e inevitablemente el periodismo, invadiendo flagrantemente el rol de la Justicia, orientando a la opinión pública a favor o en contra de un acusado e invirtiendo la carga de la prueba?
Sabemos que la Justicia no es siempre independiente del poder político. Pero: ¿lo es de la presión de los medios y de la opinión pública? "Vox populi vox Dei": eso era cierto cuando no había medios masivos y globales de comunicación. Hoy evidentemente no es así.
Los medios no deberían promover sentencias en un sentido u otro, y los abogados-fiscales, los abogados-querellantes y los abogados-defensores manifestarse exclusivamente por sus escritos u oralmente y en los tribunales. Los abogados-jueces con sus sentencias. Y no como lo hacen y se les permite hacer, siendo funcionales al marketing generado por algunos medios y alimentándolo, pues saben fehacientemente que la presión generada puede contribuir a la condena o absolución de sus clientes.
Hace poco un diario muy importante encuestaba así: ¿Está de acuerdo (sí/ no/ no sé) con la condena de…? Pregunto:
¿Es que hay una razón válida que no percibo para preguntar si "está de acuerdo con…"?
¿Es posible estar, o no estar o más o menos de acuerdo con una sentencia, basado el mismo en el conocimiento de un ciudadano común sobre el proceso?
¿Nos están llevando a la Justicia del "feeling" que nos inspire el acusado según lo presentan los medios o del "feedback" que nos brindan?
Mientras tanto y salvo honrosas excepciones, ignoran olímpicamente causas judiciales que afectan al poder actual, pasado y hasta al futuro, originadas en delitos con millones de ciudadanos como "parte damnificada".
El propio periodismo sabrá hasta dónde y en qué medida es responsable sobre este particular y por ende qué puede hacer para revertir la situación. Los ciudadanos estaríamos agradecidos.

5 comentarios:

melicabe dijo...

Una cita que me gustó:

"The foundation of justice is good faith" Marcus Tullius Cicero ["La base de la justicia es la buena fe"]

Y otra que tal vez refleje mejor el sentido de la justicia en Argentina:
"Charity begins at home and justice begins next door" Charles Dickens ["La caridad comienza en casa y la justicia en lo del vecino"]

Hasta la próxima.

Boris dijo...

Instantes antes de escribir, apareció ante mi mente el viejo Jung, y seguidamente emergió, con un provocativo giño su concepción de la sincronicidad. Ummm…, pude ser, a lo mejor, quién sabe. La cuestión es que estoy ante su blog. A escasos dos días de conocerlo esporádica. De haber deliberado con un contertuliano si era usted un actor o una personalidad del espectáculo en ese particular café que lleva nombre de país centroamericano, y de posteriormente haberlo escuchado clarificarme ciertos temas técnicos en forma muy amena. Ahora, me encuentro ante su diario de abordo en el inagotable y embravecido océano de la gran red. Pero eso sí. Tenemos culpable!. Su curiosa cedilla. Cuando leí el papel en que se encontraba su nombre, al principio me pareció que la mano que había obrado compartía mi innata forma de escritura, que tiende a generar – ante ojos ajenos – llamativas formas. Pero mirando con mayor detenimiento, y ubicando la naturaleza meticulosa – que a simple vista se nota – del escriba, quede atrapado por el dilema de su apellido. Es galo o catalán?. En consecuencia, siendo un enemigo declarado de la incertidumbre, puse proa con la intención de desvanecer mi incógnita, no logrando aún resolverla. En su lugar, he descubriendo nuevo territorio: el de sus escritos. Sus liberaciones catárticas me han hecho que rápidamente su blog ya forme parte de mi bookmark, y prontamente de mi rss, con la intensión segura de tratar de hacer mover los ceros hacia otros marcadores. Y finalmente, antes de publicar este comentario, lo invito, sin compromiso de su parte, si usted gusta, a contribuir con su participación en mi hijo de papel. El que verá la luz el 21 de marzo del 2010 si la voluntad del “único” así lo indica. Sería un gusto poder contar con usted. Reciba mi saludo cordial y los mejores augurios para usted y los suyos para esta natividad y el nuevo año.

Carlos dijo...

Boris,¡increíble la sincronicidad! y gracias a la cedilla, que tantos disgustos suele la pobre traerme...¡me dicen EliCabe, EliGabe!,Ud. encuentra mi blog o "el otro lado del arquitecto". Hay otro lado que lo puede conocer, si se anima, en http://elhombrenuevoylapoliticanueva.blogspot.com Ya nos estaremos viendo seguramente pero le anticipo: absolutamente vasco y del lado francés. De Lacarry en medio de los Pirineos. Y si realmente se anima puede contar conmigo en marzo de 2010. Felices Fiestas

Boris dijo...

Basque!, claro! No había pensado en esa opción. Gracias por resolver mi incógnita!. Y le comento, que por esta parte, también hay euskotarrak, ¼ para ser más preciso. Tamaño problema para los etnologos!. Gracias por poder contar con usted. Próximamente – cuando usted lo disponga - lo pondré completamente al corriente del emprendimiento editorial en su totalidad: estilo, cualidades específicas y un largo, largo etc. Desde ya le adelanto, que contara con absoluta libertad temática e ideológica para manifestarse en plenitud.
Estuve observando su “otro lado”. Todos los días me descubro cuan ignorante soy. Desconocía la obra. Voy a intentar remediar esto y buscar material de primera mano de Kentenich. En cuanto a lo que usted dice en el blog que me invito a visitar, puedo, a primera vista, decirle que tiene eco aquí. Subjetivamente pienso que es un “deber” fundamental llamar y despertar al homo belicosus y activarlo. El equilibrio necesario hace tiempo que ha sido roto. Sin presentar batalla, no hay reencauce factible. No hay que dejarse subyugar por esos virus discursivos con que se nos intenta minar y programar para convertirnos en autómatas o simples envases corpóreos: inactivos, huecos, zombis. Se ha enquistado un jodido antihumanismo en el lugar que, a mi entender, debería estar la búsqueda de la superación del hombre. Hoy tenemos erigidos todos los símbolos que conducen indefectiblemente a la pérdida absoluta de la esencia primigenia humana, tangibilizados en la subversión de los valores primordiales. Se han colocado en su lugar modelos vacíos, que no tienen nada de revolucionarios, como se nos intenta hacer creer, en realidad son decididamente involutivos y aniquiladores. Intentando ir un paso más allá, me animo a decirle, que nadie en su entera humanidad, puede mantenerse ajeno y no tomar parte. A través de la praxis es la única forma de crear los anticuerpos necesarios para reinstaurar el orden perdido. No existe otro camino. Usted ya lo ha descubierto y ha comenzado a transitarlo...y con ello ha colocado la piedra fundamental. Que tenga un excelente fin de semana!.

Carlos dijo...

Gracias por sus comentarios Boris. También por su invitación a participar de su emprendimiento editorial.Voy a estar encantado de hacerlo.
Le dejo mi dirección de mail: carlos_elicabe@searcoargentina.com (sin el .ar), escríbame y nos vinculamos con mas comodidad por ese medio. Gracias otra vez y si no nos encontráramos antes... ¡Felices Fiestas!